Ya pasado el reto de escribir diario, donde agradezco a muchos nuevos lectores que llegaron al blog y a viejos amigos que volvieron un hábito el visitar este lugar muy seguido, retomo el escribir en este blog, cuyo tema es más que de videojuegos, es algo personal de cualquier tema o asunto que me guste tratar.

Hasta hace un año aprox me volví un usuario Android con la adquisición de un equipo HTC (EVO 4G) y comencé a usar la plataforma FROYO y que posteriormente migró a Gingerbread solo dos días después de que tuviera el teléfono.

Con ese modelo aprendí mucho. No solo por la propia naturaleza de android como plataforma «abierta» sino de que «bajíta la mano» los fabricantes te ofrecen «backdoors» donde los curiosos del código puedes desbloquear los candados y así modificar Android a gusto y quitar toda la basura que carriers como Telcel suelen ponerle a todos sus teléfonos.

Para mí, fue un mundo nuevo donde un celular se volvió una terminal y una mini-workstation donde podías multiplicar tu productividad o que valiera madre la misma por angry birds.

Hasta hace poco más de un año nunca había tenido un smartphone. Simplemente fui uno de esos casos raros que no se apantalló por un Iphone. De hecho me llamaban más la atención los Nokia, en especial el N97. Pero por diversas razones y giros del destino nunca tuve uno. O no había lana o cuando renové el plan no había en existencia o estaba en color blanco (me choca el blanco en los celulares). Hasta que un día de hueva y vagando en la red, encontré una tienda que vendía en México DF, y más en específico en un local establecido (no quería comprar un smartphone en tienda gringa/europea por el asunto de garantías) tenían el susodicho HTC EVO 4G.

Siendo un completo ignorante en redes de celulares me dispuse a investigar ipsofacto si este me serviría aquí. Averigüe que el teléfono es CDMA, que solo Iusacell ofrece esa red aquí. Que su 4G es solo en red Sprint (gringa) y que aquí valia ni 2 cacahuates (no se podría usar). Muchos detalles técnicos saltaron. Pero a final de cuentas en mi balanza de ventajas y desventajas, pesaron mucho más las ventajas y me decidí por uno. Así empece en Android y conocí lo que  significa tener un smartphone con un sistema operativo abierto. Así como mi cartera entendió lo que significa pagar un plan de datos para un smartphone en México.

Steve Jobs afirmó en su biografía que deseaba aplastar a Google por su Android. Ya que es el sistema operativo que rompe con cada una de las ideas de lucro y consumo que Apple suele manejar en su Iphone. La facilidad con la que los fabricantes te dan acceso al bootloader y de simplemente crear usuarios root es algo que marcó al mercado y han convertido a Android en un ambiente de desarrollo muy interesante, pero que está aún lejos de ofrecer beneficios económicos a los programadores.  Asunto que trataré en otra ocasión.

Después de un tiempo y por diversas causas, tuve que dejar ir mi HTC y durante unos meses tuve que usar un celular común y corriente. Hasta hace una semana volví a comprar otro teléfono: Samsung Galaxy Nexus.

Muchos me dijeron que era obvia mi elección, después de haberle metido mano a mi HTC y hasta escribir tutoriales de como «rootearlo», probar un sin número de ROM’s, etc. Investigué muchas tiendas, vendedores online, leí muchos reviews, ví muchos unboxing y a final de cuentas este review fue el que me acabó por convencer, así como el precio que manejaba su tienda online, que es el más competitivo de México y llegó vía mensajería con seguro a día siguiente.

En los próximos post, iré contándoles sobre lo que he ido descubriendo sobre este nuevo sistema «Ice Cream Sandwitch». La diferencia entre la compilación «Vainilla» (Yakju) con respecto a las que poseen otros carriers como Telcel, algunas apps que he estado probando, así como mi experiencia en general con este teléfono.

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